¿Creéis en leyendas? Muchos afirman que las leyendas, los
mitos, todos esos cuentos que escuchamos de pequeños sobre seres fantásticos,
criaturas gigantes, peligrosas, dioses poderosos y misericordiosos; hay quien
afirma que todo eso existió antaño, al principio de los tiempos, y que todas
las historias reflejan hechos reales que, con el paso de los años, se fueron
olvidando hasta sólo servir para almacenar polvo en la sección de fantasía de
una poco frecuentada biblioteca. Pero os diré algo, no mentían. Todo eso
existe, siempre ha existido, solo que hasta ahora lo hemos olvidado. ¿No me
creéis? Pues os contaré una historia…

A pesar de que numerosas culturas recogen las diferentes
creencias de cómo, por qué y quién creó el mundo, y a pesar de que en cada
historia son dioses o entidades distintas, no es del todo cierto. Todas y cada
una de las criaturas, de los dioses, de los héroes de cada mitología existente,
son ciertas. Los de cada creencia y como es evidente sólo creen en sus dioses,
y descartan a los del resto. Pero la realidad es muy distinta.

Al principio de los tiempos, todos esos dioses fueron los
creadores del mundo y el universo, todos en su conjunto. Más tarde se
dividieron, y cada uno o cada grupo creó su propia civilización, humanos que
solo creían en la existencia de su Dios o de sus Dioses. Zeus creó a la
mitología griega, donde los humanos que le pertenecían solo sabían de la
existencia de sus dioses, lo mismo con la mitología Nórdica, con la Egipcia…
Numerosas civilizaciones que convivían con sus dioses y con los seres que les
surgían. Criaturas peligrosas, y los héroes que las mataban, o que morían
combatiéndolas.

Sin embargo… ¿Por qué todo esto, si era real, cayó en el
olvido? Poco a poco los humanos comenzaron a pensar más por ellos mismos que
por los dioses a quienes les rendían culto, pecando al darle más importancia a
la humanidad que a sus divinidades. Dejaron de rezar por los dioses, de
construir cultos hacia ellos, hasta que finalmente ningún humano volvió a ver a
ningún Dios, y los dioses decidieron no volver a presentarse frente a ningún
humano, ni ayudarles directamente, y dejar que el tiempo les convirtiese en
leyenda. Sin embargo, la existencia de los monstruos y las criaturas extrañas
que poblaban el mundo seguían presentes, y los dioses, fieles a su nueva norma,
crearon a los que nombraron “héroes”, sus representantes en la Tierra. 

Humanos desdichados a quienes la vida no los trató bien, aquellos
a los que nadie echaría de menos si morían, los dioses dieron una segunda
oportunidad a aquellos humanos que por el motivo que fuera perdieron ante la
vida. En el instante antes de morir sus dioses les ofrecieron una segunda
oportunidad; vivir trabajando para ellos o descansar en paz. Sin embargo, no
era un trato tan fácil. Aquellos que aceptaban se convertían en subordinados de
los dioses. Los dioses eran dueños de su alma a cambio de un poder y ciertas
habilidades que les ayudarían para cumplir con su misión. Rapidez, resistencia,
fuerza, y una habilidad sobrenatural distinta en cada héroe, tenían como misión
proteger a la humanidad de cualquier mal sobrenatural que les pusiera en
peligro. Sin embargo los humanos a quienes salvaban no los recordarían, debían
borrar de la mente de los mismos cualquier rastro de su existencia, y jamás les
agradecerían por arriesgar su vida una y otra vez. Y además, fuera el caso que
fuera, los héroes serían castigados con la muerte si directa o indirectamente
acababan con la vida de un humano. 


Muchos son los héroes y de muchas culturas distintas, pero
nuestra historia se centra en unos pocos de ellos. ¿Te atreves a conocerlos?